José Luis Iglesias (Gijón, 1939). Acumula más de 50 años de militancia obrera, en su mayor parte dedicados a la USO.
Sus inicios fueron en 1956 en la JOC (Juventud Obrera Cristiana), en una etapa que «forma parte de mi vida y que me aportó la mayor parte de mi formación». Encarcelado en numerosas ocasiones por participar de forma activa en el movimiento obrero.
A principios de los años setenta militó en la USO con Ulises Concejo, Severino Arias, Ángel García, Isolina Meana, María Jesús Meana y otros. Pedro Sabando, médico, actualmente senador por el PSOE, traslada la idea de adquirir un compromiso con Reconstrucción Socialista para crearla en Asturias, de la que fue secretario general hasta las elecciones democráticas en libertad de junio de 1977. Dedicado de 1974 a 1977 al partido político que tenía como misión la aglutinación de todos los socialistas democráticos de las diferentes comunidades. Durante este tiempo, estuvo apartado de las tareas sindicales, pero manteniendo una gran convivencia con los compañeros y compañeras que militaban en la USO, como Dimas Suárez, Armando Pandiella, Eleuterio Bayón, Julio Gómez Rivas, Rafael Marcos «Falo» y muchos más que contribuyeron a forjar el sindicalismo asturiano.
El popular y activo sindicalista José Luis Iglesias Álvarez nació en Gijón (Asturias) en marzo de 1939, hijo de un gijonés republicano, trabajador de la Compañía de Tranvías, y de madre langreana.
Tras estudiar en la Fundación Revillagigedo, inició su vida laboral a los 17 años trabajando como rectificador en Talleres Llama. Al mismo tiempo, comenzaron sus inquietudes sindicales y políticas, que desarrolló desde 1956 en la JOC —la Juventud Obrera Cristina—, experiencia que le marcó profundamente y orientó su visión humanista de la acción política y sindical.
Tras integrarse en 1962 en la Federación Sindical de Trabajadores, entra en contacto con líderes como Severino Arias, Paco Corte o Eugenio Royo, que fundarían la Unión Sindical Obrera (USO). Colaboró con su organización en las elecciones sindicales de 1963-1964, cuando, junto a otras, se plantearon utilizar la estructura del sindicato vertical en su estrategia de lucha. Tuvieron bastante éxito, puesto que se ganaron elecciones claves a nivel provincial en sectores como el metal, la energía o la alimentación. Lograron, con ello, activar intensamente el movimiento obrero.
Fue una época de agitación social, fuertes movilizaciones obreras y, por supuesto, de gran represión. A raíz de la histórica manifestación de marzo de 1965 en Mieres, que provocó una oleada de detenciones entre cargos sindicales, a los que el régimen privaría de la legítima representación ganada con el voto de los trabajadores, José Luis Iglesias fue encarcelado en Laviana. Fue entonces cuando decidió integrarse de lleno en la Unión Sindical Obrera, que era la organización más afín con sus ideas y su visión de la lucha sindical.
En 1968 fue detenido y encarcelado, junto a Severino Arias, como consecuencia del manifiesto de la USO aprobado en el Congreso sindical de Tarragona. En esa misma época, participó activamente en la Sociedad Cultural Gesto, de la que José Luis llegó a ser presidente.
También colaboró en las actividades de FUSOA, el Fondo Unitario de Solidaridad Obrera de Asturias, organización creada para ayudar a trabajadores represaliados o encarcelados que tenía carácter unitario y en la que participaban sindicalistas y militantes de izquierda de todas las tendencias.
Siempre dentro de la Unión Sindical Obrera, a pesar de las crisis y escisiones que tuvo a lo largo de la década de 1970, ocupó cargos de responsabilidad en la dirección regional y en la rama metalúrgica. En 1983, al celebrarse el tercer congreso, entró a formar parte de la Comisión Ejecutiva de Asturias, y cuatro años después asumió la Secretaría de Acción Profesional.
En marzo del 1991, con ocasión del primer congreso comarcal de la USO de Gijón, fue elegido secretario general, responsabilidad que revalidó en los tres congresos siguientes y que abandonaría en junio de 2005, cuando pasó a ocupar, en el octavo congreso regional, la Secretaría de Relaciones Institucionales de la USO de Asturias.
José Luis Iglesias acumula más de medio siglo de militancia obrera, en su mayor parte dedicados a la USO. Como sindicalista, asumió siempre responsabilidades directivas a nivel local, regional y confederal, destacándose como un negociador hábil y flexible tanto en su propio sindicato como con los empresarios y las organizaciones patronales. Participó destacadamente en los movimientos sociales y políticos contra la dictadura franquista y en defensa de los intereses obreros, por lo que fue detenido un gran número de veces, aunque lo sería también ocasionalmente en la etapa democrática, como cuando pasó más de 15 horas en los calabozos policiales por reivindicar, el 28 de septiembre del 2001, patrimonio sindical para la USO. En su larga vida como activista sindical y como persona inquieta, reivindicativa y promotora de causas y valores de justicia y libertad, Iglesias ha sido coherente, perseverante, leal a su organización, pero sin sectarismo, y generoso, dispuesto siempre a señalar méritos ajenos en todos los ámbitos de la sociedad y a promover su reconocimiento público.
Por todo ello, «con el fin de reconocer simbólicamente el valor ético del comportamiento y la trayectoria vital de este veterano sindicalista y luchador social, y para expresar también con ello el respeto y el afecto que inspira en nuestra ciudad», el Ayuntamiento de Gijón, con el consenso de los partidos políticos en él representados (Partido Socialista Obrero Español, Partido Popular e Izquierda Unida) acordó distinguirle con la Medalla de la Villa gijonesa de 2008, en su categoría de plata.
Tras estudiar en la Fundación Revillagigedo, inició su vida laboral a los 17 años trabajando como rectificador en Talleres Llama. Al mismo tiempo, comenzaron sus inquietudes sindicales y políticas, que desarrolló desde 1956 en la JOC —la Juventud Obrera Cristina—, experiencia que le marcó profundamente y orientó su visión humanista de la acción política y sindical.
Tras integrarse en 1962 en la Federación Sindical de Trabajadores, entra en contacto con líderes como Severino Arias, Paco Corte o Eugenio Royo, que fundarían la Unión Sindical Obrera (USO). Colaboró con su organización en las elecciones sindicales de 1963-1964, cuando, junto a otras, se plantearon utilizar la estructura del sindicato vertical en su estrategia de lucha. Tuvieron bastante éxito, puesto que se ganaron elecciones claves a nivel provincial en sectores como el metal, la energía o la alimentación. Lograron, con ello, activar intensamente el movimiento obrero.
Fue una época de agitación social, fuertes movilizaciones obreras y, por supuesto, de gran represión. A raíz de la histórica manifestación de marzo de 1965 en Mieres, que provocó una oleada de detenciones entre cargos sindicales, a los que el régimen privaría de la legítima representación ganada con el voto de los trabajadores, José Luis Iglesias fue encarcelado en Laviana. Fue entonces cuando decidió integrarse de lleno en la Unión Sindical Obrera, que era la organización más afín con sus ideas y su visión de la lucha sindical.
En 1968 fue detenido y encarcelado, junto a Severino Arias, como consecuencia del manifiesto de la USO aprobado en el Congreso sindical de Tarragona. En esa misma época, participó activamente en la Sociedad Cultural Gesto, de la que José Luis llegó a ser presidente.
También colaboró en las actividades de FUSOA, el Fondo Unitario de Solidaridad Obrera de Asturias, organización creada para ayudar a trabajadores represaliados o encarcelados que tenía carácter unitario y en la que participaban sindicalistas y militantes de izquierda de todas las tendencias.
Siempre dentro de la Unión Sindical Obrera, a pesar de las crisis y escisiones que tuvo a lo largo de la década de 1970, ocupó cargos de responsabilidad en la dirección regional y en la rama metalúrgica. En 1983, al celebrarse el tercer congreso, entró a formar parte de la Comisión Ejecutiva de Asturias, y cuatro años después asumió la Secretaría de Acción Profesional.
En marzo del 1991, con ocasión del primer congreso comarcal de la USO de Gijón, fue elegido secretario general, responsabilidad que revalidó en los tres congresos siguientes y que abandonaría en junio de 2005, cuando pasó a ocupar, en el octavo congreso regional, la Secretaría de Relaciones Institucionales de la USO de Asturias.
José Luis Iglesias acumula más de medio siglo de militancia obrera, en su mayor parte dedicados a la USO. Como sindicalista, asumió siempre responsabilidades directivas a nivel local, regional y confederal, destacándose como un negociador hábil y flexible tanto en su propio sindicato como con los empresarios y las organizaciones patronales. Participó destacadamente en los movimientos sociales y políticos contra la dictadura franquista y en defensa de los intereses obreros, por lo que fue detenido un gran número de veces, aunque lo sería también ocasionalmente en la etapa democrática, como cuando pasó más de 15 horas en los calabozos policiales por reivindicar, el 28 de septiembre del 2001, patrimonio sindical para la USO. En su larga vida como activista sindical y como persona inquieta, reivindicativa y promotora de causas y valores de justicia y libertad, Iglesias ha sido coherente, perseverante, leal a su organización, pero sin sectarismo, y generoso, dispuesto siempre a señalar méritos ajenos en todos los ámbitos de la sociedad y a promover su reconocimiento público.
Por todo ello, «con el fin de reconocer simbólicamente el valor ético del comportamiento y la trayectoria vital de este veterano sindicalista y luchador social, y para expresar también con ello el respeto y el afecto que inspira en nuestra ciudad», el Ayuntamiento de Gijón, con el consenso de los partidos políticos en él representados (Partido Socialista Obrero Español, Partido Popular e Izquierda Unida) acordó distinguirle con la Medalla de la Villa gijonesa de 2008, en su categoría de plata.