Francisco Fernandez Corte, de Laviana, un todo terreno del sindicalismo y la política años atrás, con una formación humanista que siempre llamó la atención, tras haber sido uno de los fundadores de la Unión Sindical Obrera (USO), se había afiliado al entonces clandestino sindicato de Comisiones Obreras, siendo despedido del pozo, lo que le obligó, como supervivencia, a vender libros para la editorial Santillana. Ya jubilado, con la inquietud que le caracteriza, fue gerente de los autobuses municipales de Gijón y se especializó en el sector de transporte. Vinculado en los últimos años al PSOE y a la UGT, su inquietud no iba a quedar a medias tintas y se presentó para el puesto no retribuido de presidente de Cruz Roja de Asturias, saliendo elegido.