EUSKADI
Uno de los elementos que contribuyó decisivamente a la reaparición de las protestas laborales fue la formación de nuevas plataformas reivindicativas. El nacimiento de las Comisiones Obreras (CC OO) marcó un punto de inflexión en la evolución de las actitudes de los trabajadores. Formadas a partir de diversas comisiones de obreros y establecidas al margen de la única representación reconocida por la legalidad, constituyeron el grupo más activo e importante en la lucha por los derechos de los trabajadores en la provincia. La incorporación de los católicos de la Hermandad Obrera de Acción Católica y la Juventud Obrera Católica aportó al recién nacido movimiento un componente novedoso: una sensibilidad ética y social, una disciplina interna y una organización con infraestructura propia; unos rasgos, que a pesar de las tremendas diferencias, también aparecían en los comunistas, y que hicieron posible la colaboración entre ambos en los primeros años. Este contacto permitió el intercambio de experiencias y de culturas tradicionalmente enfrentadas. Las empresas de la Margen Izquierda del Nervión constituyeron el ejemplo más palpable de este proceso. Pero, además, la participación de estos grupos contribuyó a extender la crítica contra la política social del régimen entre ámbitos como los de la iglesia, hasta ese momento identificados con el Nuevo Estado (Ibarra y García, 1993).